lunes, 3 de diciembre de 2007

The Chemical Brothers en Madrid, woow!



Lo primero que escuché de ellos fue el 'Dig your own hole' en 1997, caramba, hace ya diez años. Desde entonces soy prácticamente un incondicional. Cierto es que han tenido altibajos, y que su disco de este año, 'We are the night', no es el mejor de su carrera. Pero cuando eres un incondicional aprendes a 'obviar' un poco esos 'pequeños' detalles. En esta última época he estado un poco desconectado de la escena de la música en vivo (más que nada por cuestión económica, las entradas no son precisamente baratas y ser independiente en Madrid por estos tiempos no es algo precisamente fácil de llevar, hay que hacer malabares con la pasta), pero Javi, un amigo, me comentó hace unos días que los Chemical venían a Madrid en su gira de promoción de su último disco. La anterior vez que los vi en Madrid fué hace unos años en la Plaza de toros La cubierta, en Leganés. Si alguno estuvo en ese concierto sabrá que no fue de los mejores, no por la actitud o entrega del dúo, sino por las pésimas condiciones de acústica de ese maldito recinto, así que poder verlos, o mejor, escucharlos en un auditorio tan perfecto como el Madrid Arena era una oportunidad que no podía dejar escapar. Un apunte sobre el Madrid Arena, el lugar es fantástico para conciertos, diseñado especialmente para este fin, tiene unas instalaciones y una distribución bien pensadas, los baños son amplios y bien preparados para un uso masivo, hay barras estables para poder adquirir bebidas y el aforo y la distribución del recinto, a modo de anfiteatro cubierto, es ideal, sobre todo para poder contemplar el espectáculo y poder escuchar en buenas condiciones acústicas. Sólo hay otros dos recintos en Madrid que pueden cumplir estas condiciones, el estadio de La Peineta (aunque su acústica es regular, por el diseño de sus vomitorios, que crean reverberación) y el fantástico Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, que se utiliza para conciertos pero que evidentemente está más pensado para espectáculos deportivos, y que tiene unas instalaciones modernísimas e inmejorables (despues de haber sido reconstruido tras el incendio que lo consumió hace unos años), lo malo es que no son recintos cuya principal finalidad sean los espectáculos musicales. Así que un diez para el Madrid Arena.
Pues bien, Javi me propuso la idea, me parecio de puta madre, pero tenía que esperar hasta justo los días previos al concierto para poder adquirir las entradas (ya sabéis, el cochino dinero), así que no las tenía todas conmigo. Finalmente logré adquirir la entrada en una maniobra de último momento, el mismo día del concierto. Abrían a las ocho las puertas y a las seis de la tarde todavía no tenía la puta entrada. Ya en la cola de la FNAC de Callao me entero de que sólo se puede pagar en efectivo, así que tuve que salir corriendo a un cajero, con la mala suerte de que al ser el primer fin de semana del mes y además del mes de las compras que es Diciembre, el centro de Madrid estaba a reventar, lo juro, a reventar de gente. Recorrí varios cajeros sin resultado, uno sin dinero, otro estropeado, el tercero con una cola de gente esperando de al menos una decena de personas....dios! tanto correr para nada! Finalmente conseguí sacar el dinero y sin mucha convicción volví a la Fnac para sacar las putas entradas. Un ratito más tarde guardaba las entradas en mi cartera y llamaba a Javi para ver al final como nos reuniríamos para ir todos al concierto. 'He quedado con Ciba (le llamamos así porque le conocimos jugando al MMORPG City of Heroes y su personaje se llamaba Cibamon , pero su nombre es Diego) y Lucy a las siete en el Pool' me dice. Joder! son las seis y media y todavía estoy en Sol, y tengo que maquearme para el concierto...
Ajo (María José) había quedado en pasar por mi casa en cuanto terminara de arreglarse para ir al encuentro del resto de 'nuestra gente'....ya en casa literalmente volé para poder ducharme y vestirme con tan escaso margen de tiempo. Aún así, llegamos tarde, para variar (cuando iba saliendo Javi me pidió una bolita para su piercing, que majete, así que me devolví a casa para buscarle una). Encuento en el Pool, abrazos, besos y un poco de excitación. Habíamos quedado en la entrada con más peña, había que salir escopetados, nada de Metro, cogeríamos un taxi para llegar.
Hacía un frío que pelaba en la Casa de Campo (donde está el Madrid Arena) y en cuanto nos reunimos con el resto de la gente nos fuimos para el recinto. No hubo que hacer cola para entrar y antes de meternos en el mogollón decidimos aprovisionarnos del bebercio correspondiente. Como siempre en estos eventos, emborracharse puede salir por una pequeña fortuna, así que entre todos adquirimos los minis necesarios y nos colocamos a la izquierda del escenario, a unos 10 metros de la cabina donde los Químicos iban a pinchar.
El Dj que hizo de telonero no estuvo nada mal, no fué suuuper, pero estuvo decente, incluso bien (pinchó electro y otras cosas curiosas), pero la verdad es que todos estabamos impacientes por ver a la pareja.
Nos ibamos juntando más personas, un par de colegas de Javi, de su trabajo, y Mario, Sara y una amiga de ella, a los que al final nos juntamos unos cuantos. Los minis estaban fuertes así que pronto entramos en calorcito, jeje. Y un momento fundamental de la noche fué cuando Mario, amigo de Diego, sacó un brebaje, el zumo de gumibayas, que hizo que nuestro ánimo y disposición al baile y nuestro amor por la Humanidad en general aumentara hasta límites insospechados (gracias majetes, Diego y Mario). Y llegó el gran momento. El equipo de sonido tronaba como nunca, tan cerca como lo teníamos, la pantalla gigante del fondo del escenario comenzó a mostrar imágenes sicodélicas y el Dúo nos unió a todos en la música, la imagen, el alcohol, el cannabis y el zumo de gumibayas.

Espectacular, el grupo que eramos estabamos especialmente predispuestos para este concierto, así que no le sacaré ningún 'pero', aunque seguro que los tuvo. Estábamos todos emocionados y con ganas de bailar y de pasarlo bien. Uno a uno fueron sacando lo mejor de cada disco. No fue exactamente un concierto centrado en el último disco,del que habrán tocado tres o cuatro temas, sino una especie de revisión de toda su carrera hasta la fecha, un Greatest Hits. Y yo, encantado. Y los demás, también. Todo el auditorio saltaba y bailaba, miles de teléfonos móviles y cámaras digitales inmortalizaban en fotos y vídeos el momento. A mí el cuerpo se me movía sólo y es que cada uno de los temas que sonaban eran de lo mejor de cada disco, aunque de su amplio repertorio faltaron bastantes temas que me hubiera gustado escuchar. Disfrutaba de las caras de todos mis amigos y en los rostros de todos los asistentes había expresion de felicidad, sospecho que en muchos casos también causadas por efectos de alguna que otra sustancia de dudosa procedencia, jeje. Se me pasó volando la hora y media de concierto, que me pareció generosa, me habían dicho que en suúltima visita no pasaron de los cuarenta y cinco minutos. Hipnotizados por la música, las proyecciones abstractas, las gumibayas y demás, dimos lo mejor y bailamos hasta que no sentimos las piernas.
Al final salimos de allí con una tremanda sonrisa en la cara y la satisafacción de que los 35 pavos que costó la entrada estuvieron requetebien gastados. Como al día siguiente teníamos que trabajar, Javi, Lucy, Ajo y yo nos volvimos al barrio a tomar 'la última', mientras el resto decidió continuar la jarana en un antro del centro. Espero poder disfrutar de conciertos como este muchas más veces. Lo siento por los que quisieron ir y no pudieron y más lo siento por los que todavía no conocen la música de este dúo de británicos locos. Por eso dejo aquí algunos vídeos, en plan didáctico. Que los disfruten con salud.

Block rockin beats - Dig your own hole 1997





Out of control - Surrender 1999





Let forever be - Surrender 1997






The Chemical Brothers en Wikipedia