Y encima hay que soportar la actitud y los comentarios de los hijos de puta de Batasuna. No saben hacer política, porque siempre fueron una broma macabra de la propia ETA, que logró, aprovechandose de las ventajas de la democracia, colarnos unos 'representantes políticos' como estos de Batasuna. Durante el verano no paraban de amedrentar, o de intentar hacerlo, a la sociedad y al Gobierno diciendo que el proceso de paz estaba 'seriamente dañado' o que estaba a punto de extinguirse. Ahora que ETA ha decidido terminar con el proceso, y de qué manera, resulta que Batasuna dice, en tono lastimero, que no, que hay que esperar, porque el proceso aún está en marcha. ¿Pero se creen que somos idiotas o es que en su puto mundo las cosas van al revés?
Sólo hay que leer los comentarios que el bastardo de Joseba Álvarez ha hecho al respecto. Aquí, un extracto:
"Así, Álvarez ha emplazado a “pensar” “cuáles han sido las razones que han motivado que el escenario actual esté en la situación actual, pero darlo por perdido, finiquitado, acabado y aniquilado no es sólo no responder a la demanda”. “Echarle la culpa a ETA, no lo sé, ha dado el alto el fuego” y “no ha dicho que lo haya quitado” porque “no ha sacado un comunicado ni nada”, ha explicado; Álvarez ha reconocido que esta circunstancia “es una cosa nueva”, y por tanto le corresponde a la organización terrorista “explicar por qué lo ha hecho así o qué ha querido dar a entender con eso”. “Nosotros pensamos que tarde o temprano ETA hará su lectura de lo que ha pasado”, ha agregado."
Y dice Joseba Álvarez que habrá que esperar a ver que es lo que ETA ha querido decir con este atentado. No sé si es un gran caradura o lo que le pasa es que es un poco más que un border-line. ETA vuela por los aires un edificio de cuatro plantas y asesina a dos personas y este hombre se pregunta que es lo que ETA habrá querido decir con eso. Es que es un lenguaje muy complicado el de los violentos. Me gustaría darle un puñetazo en la cara a este hombre y que luego pregunte, con la mirada perdida en el infinito, como la de un filósofo preguntándose por el sentido de la vida, qué es lo que he querido decir con eso. Algunos se creen que pueden seguir metiéndonos el dedo en el esfínter eternamente. No hijo, no. Han habido oportunidades de sobra y ya nos cansamos. Que cada palo aguante su vela
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